Ha sido un lugar mítico en la historia latinoamericana que se suponía que tenía grandes reservas de oro y muchos exploradores españoles e ingleses venían y perecían por el empeño puesto en su búsqueda y descubrimiento. Este mito empezó en 1530 en los Andes en lo que hoy es Colombia con el ritual de la tribu los Muiscas ;una sociedad ubicada en lo que actualmente se conoce como el Altiplano Cundiboyacense.
La idea para los exploradores se les presentaba como una ciudad pavimentada en oro, donde este metal era muy común y se le daba poca importancia las personas de esa tribu, pero lo colosal era el ritual al cacique, donde este era cubierto en polvo de oro en el festival religioso de la laguna de Guatavita muy cerca de Bogotá. En 1636 Juan Rodríguez Freyle escribió una versión: En aquella laguna de Guatavita se hacía una gran balsa de juncos, y aderezábanla lo más vistoso que podían… A este tiempo estaba toda la laguna coronada de indios y encendida por toda la circunferencia, los indios e indias todos coronados de oro, plumas y chagualas… Desnudaban al heredero (...) y lo untaban con una liga pegajosa, y rociaban todo con oro en polvo, de manera que iba todo cubierto de ese metal. Etc etc etc
Pero la pregunta que nos
hacemos EDP Colombia será que EL DORADO en vez de ser dorado es VERDE, porque la
historia puede cambiar en pocos años futuros. Donde existió un sitio de gran
inmensidad lleno de árboles, frutas y animales de toda clase no existe ya !!! Preocupante
noticias leemos diariamente, obviamente las que nos dejan leer, las talas
indiscriminadas de nuestras bosques. Estos les pertenecen a la humanidad entera incluyendo los
mismos animales y naturaleza, no para unos cuantos. Usted se puede preguntar
que lo que va a ver en un futuro, puede
ser que se convierta en otra historia mágica y extraordinaria como es EL DORADO
de la laguna de Guatavita.
No hay medidas para evitar que se destruyan nuestros
bosques y selvas, este daño es irreversible. Un ejemplo es la población AWÁ en
BRASIL que están al borde de la aniquilación por la destrucción de más de un
tercio de su territorio. Esta tribu vivieron durante
siglos en un territorio que se extendía por 247.000 hectáreas de bosque tropical,
ahora no superan las 118.000 hectáreas, que son las demarcadas como zona Awá,
legalizada en 2005; usted le parece esto sensato. Donde están las políticas gubernamentales
de protección a nuestras selvas, el Gobierno Brasilero no frena esta sangría
ambiental, cultural y humana.Si un día los awá desaparecen, con ellos no sólo
morirá su lengua, sino un conocimiento del bosque tropical único en el planeta.
Reflexionemos lo que está pasando, paremos y hagamos un cambio. Esta tierra de
colores verde y azul no quedara, sino ocres y marrones.
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