Pero lo cierto es que el tucán (Ramphastos toco) es carpófago o comedor de frutas, como los duculinos de Malasia y los cálaos asiáticos.
Como los loros, los tucanes tienen patas como pinzas, con dos dedos que apuntan hacia adelante y dos hacia atrás. Y también como los loros se cuentan entre los más perseguidos por el hombre.
Los indígenas adoran las plumas, que usan para volar en sus ensueños chamánicos o simplemente por vanidad cromática y algunos, como vemos, creen que pico o diente poseen poder, confieren a su dueño inmunidad contra las enfermedades o destreza en la caza. Este viejo hábito neolítico duró hasta el siglo pasado en lo que se refiere a las plumas y puso a especies enteras al borde mismo de la extinción. El manto de corte del emperador Pedro II de Brasil estaba hecho con las plumas amarillas y sedosas del tucán.
Gregarios, estos pájaros vuelan por docenas en estratos bajos de la selva. Suelen agujerear sus nidos en árboles podridos o buscar su morada en agujeros naturales. A diferencia del resto de los pájaros, durante el vuelo mueven la cola hacia arriba y hacia abajo.
Oscilan entre los 30 y los 60 cm. de longitud y parecen respetar a su tribu, es decir que no se mezclan con el tucán de pico acanalado (Ramaphastos vitellinus) ni con el de pico rojo ( Ramphastos tucanus).